DESCRIPCIÓN
David Currie se crió en una familia cristiana devota en la que su padre era predicador fundamentalista, y ambos padres eran profesores en el Instituto Bíblico Moody (Moody Bible Institute). Toda la formación de Currie estaba inmersa en la vida del protestantismo fundamentalista—profesores de teología, presidentes de seminarios y fundadores de agencias misioneras evangélicas eran invitados frecuentes en su casa. Currie mismo recibió un título de Trinity International University y estudió en el programa de licenciatura en estudios teológicos (Master of Divinity) en Trinity Evangelical Divinity School.
Escribió este libro con el fin de explicar a sus amigos y familiares fundamentalistas y evangélicos el porqué se hizo católico romano. Currie presenta una descripción clara, sistemática e inteligible de las razones de su conversación a la Iglesia antigua que Cristo fundó. Ofrece un debate detallado de las creencias teológicas y doctrinales que católicos y evangélicos mantienen en común, y también aquellas doctrinas clave que los separan, particularmente le Eucaristía, el Papa y María.
David Currie se crió en una familia cristiana devota en la que su padre era predicador fundamentalista, y ambos padres eran profesores en el Instituto Bíblico Moody (Moody Bible Institute). Toda la formación de Currie estaba inmersa en la vida del protestantismo fundamentalista—profesores de teología, presidentes de seminarios y fundadores de agencias misioneras evangélicas eran invitados frecuentes en su casa. Currie mismo recibió un título de Trinity International University y estudió en el programa de licenciatura en estudios teológicos (Master of Divinity) en Trinity Evangelical Divinity School.
Escribió este libro con el fin de explicar a sus amigos y familiares fundamentalistas y evangélicos el porqué se hizo católico romano. Currie presenta una descripción clara, sistemática e inteligible de las razones de su conversación a la Iglesia antigua que Cristo fundó. Ofrece un debate detallado de las creencias teológicas y doctrinales que católicos y evangélicos mantienen en común, y también aquellas doctrinas clave que los separan, particularmente le Eucaristía, el Papa y María.
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